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SAN NICOLÁS: LA ESCUELA ESPECIAL N°503 EN BUSCA DE UN EDIFICIO PROPIO

Débora y Johanna, dos madres de la Asociación Cooperadora de la Escuela Especial N°503 en busca de soluciones

SAN NICOLÁS: LA ESCUELA ESPECIAL N°503 EN BUSCA DE UN EDIFICIO PROPIO

Débora y Johanna, dos madres de la Asociación Cooperadora de la Escuela Especial N°503 en busca de soluciones

Esta mañana, en el estudio de Ramallo City realizamos una entrevista a dos mamás pertenecientes a la Asociación Cooperadora de la Escuela Especial N°503 de San Nicolás. Débora Carrizo y Johanna Bogado nos contaron la larga lucha en las que están embarcadas y que tiene como objetivo brindarle a los niños una educación de calidad. La necesidad de contar con un edificio propio es el punto clave en este derrotero de golpear puertas, gestionar y accionar en beneficio de toda la comunidad educativa.

“Nunca tuvimos institución propia. La 503 funcionaba en Nación 401 de San Nicolás. Era un lugar prestado, por un convenio de uso compartido de 75 años pero duró 52. El temporal del año pasado lo destruyó todo. Lo pusieron como peligro de derrumbe y lo clausuraron. Ahí empezamos con clases virtuales y después de 32 días, la Escuela Primaria N°11 nos brindó parte de sus instalaciones y estamos muy agradecidos pero hay requisitos que se deben reunir. Esto era por 90 días, era algo provisorio. Estuvimos todo el año trabajando bajo peligro, con enchufes que llegaban a la estatura de los niños, estuvimos trabajando con bachas en el laboratorio que además funcionaba de depósito. Tiene que tener un espacio propio porque están los niños motriz con sus sillas posturales que son más grandes que las sillas de ruedas comunes. Hay una contaminación auditiva y visual que nuestros niños no están acostumbrados porque en su espacio era todo tranquilidad, no hay bullicio, ni siquiera usábamos timbre porque hay niños con TEA, con autismo, niños con TGD, con problemas motrices, hay niños sordos, hay niños ciegos”, remarcó Débora describiendo la situación que dio origen al camino que ella junto a Johanna comenzaron a recorrer.

“Hicimos un rol que no nos corresponde porque somos dos madres que tuvimos que salir en una lucha porque la responsabilidad institucional no está haciendo nada. Consejo escolar no está teniendo en cuenta todo esa problemática. Estamos hablando de Eber Riera, el director general de Consejo Escolar y Rubén Cavalieri, el tesorero. Nosotras pudimos llevar a Consejo Escolar a la Escuela N°11 y ponerlos enfrente de todas las docentes y preguntarles: ¿Qué trabajaste hasta el momento por 503, por 42 niños con discapacidad? Y ellos se hicieron cargo de que no hicieron absolutamente nada”, relató Johanna.

La historia no mejora. Si bien el Consejo Escolar realizó modificaciones básicas en el Escuela N°11, el lugar seguía siendo inapropiado para albergar a la población de la Escuela Especial N°503. La deuda es de todos, también de la inspectora de esta rama, Cecilia Jure. “Tiene que responder por nosotros, por nuestros niños”, remarcó Débora.

Además de la cuestión edilicia, la movilidad es otro problema: “Durante el año pasado la Traffic estuvo en reparación en la plata. Cecilia Jure y toda la administración que la acompaña como la vicedirectora Marisol Peller ¿qué estudiaron? Nosotras no tenemos el título, pero en un año nos estudiamos la vida y además hicimos más cosas que ellas desde que están en 503; las noches sin dormir, las campañas de Papá Noel las armamos nosotras. Se necesitaban adaptar las sillas, necesitábamos buscar donaciones de sillas porque el transporte tenía que tener su silla correspondiente con los arnés de seguridad para que los niños vayan, si no no los podía llevar. Nosotras conseguimos las butacas “en un flash”. Yo siempre digo, "La lucha no es de nosotras dos que somos la cara visible, la lucha es de ellos. Nosotros somos la voz de nuestros niños. Entonces, si tienen un problema con nosotros, no es con nosotros en sí, es con todos ellos. Para ellos la discapacidad es como que no existe, miran para otro lado. Nosotras queremos la escuela y el transporte que les corresponde, afirmó Johanna”.

Débora y Johanna se han encargado, también, de buscar otro edificio para alquilar pero la decisión no es de ellas. En un conversatorio organizado aquí en Ramallo la inspectora regional Marcela More les prometió a este par de mamás que este año van a contar con ese alquiler. Lo cierto es que estamos pisando la mitad del año y la población de la 503 sigue padeciendo los mismos problemas y no se atiende la necesidad especial que tienen tantos y tantos niños. 

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