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Testimonio de una vecina.
El hospital José M. Gomendio es el único efector de salud de nuestro distrito, el lugar al que cualquier vecino, tenga más o menos dinero, recurre para ser atendido ante un problema urgente de salud. Tristemente, hoy, en Ramallo City, escuchamos el testimonio de Laura Goldaracena sobre el maltrato vivido por parte de un médico y enfermeras en el marco de la internación de su hermana, padeciendo neumonía.
“El viernes mi hermana fue al hospital, le hicieron una placa, le dijeron que tenía neumonía y le dieron una medicación pero se puso peor, entonces el miércoles la acompaño al hospital y, después de estar esperando bastante tiempo nos atendió el médico de guardia quien la mandó a hacer una nueva placa para compararla con la que le hicieron el viernes”, hasta aquí el relato de Laura de una situación aparentemente común.
Laura sigue exponiendo que el medico no la dejó participar de la consulta en la que iba a explicar cuál era la diferencia entre ambas placas: “Me dijo que no podía pasar (al consultorio), me deja afuera y después de un rato sale mi hermana en silla de ruedas y la llevaban a hacerse una tomografía. Me encuentro al médico en el pasillo y le quiero hacer una consulta y me dice <No, no, después hablamos>, a lo que le respondí que yo estaba con miedo porque hacía poco perdí a mi hermana menor también por un problema de salud y me dijo "<Con el miedo no hacemos nada>”.
Luego de esa fría respuesta, la paciente queda internada y, según las palabras de Laura: “La meten en la parte de tránsito y en ese momento empezó lo peor. Este médico tiene una mala forma de trabajar, por ejemplo, cuando dejan a alguien internado tienen que completar una planilla de tránsito en la cual ponen qué medicación deben darle. Eso no lo hizo. Entonces las enfermeras no colocan nada porque no tienen nada por escrito. Eso está bien, pero lo que no está bien es tenerla 1 hora 45, sentada en una camilla, en la parte de adentro de tránsito, con frío y mi hermana con neumonía y no pudiendo respirar bien. Por eso, le golpeo la puerta a la enfermera, que primeramente me cerró la puerta en la cara, y le pregunto si le tenía que llevar una almohada o una manta porque la habían dejado ahí internada y la enfermera me contesta, de muy mala forma, que ella no tenía ninguna carpeta con orden de internación. Y me dijo que tampoco tenía orden para ponerle una vía y que tenía que esperar y me cerró la puerta en la cara, relató Laura consternada”.
Pero lamentablemente la historia no termina ahí: “Me lo cruzo al médico en la parte de admisión y le pregunto si tenía que traer algo a mi hermana para que esté más cómoda o si le van a poner la vía o si le tengo que dar la medicación que estaba tomando y me dijo, de muy mala forma <Vos no tenés que darle nada. Yo ya hablé con tu hermana y le van a poner la vía>”.
Luego de un par de días de internación se suscitó un inconveniente en la habitación y pidió ser cambiada a otra pero se lo negaron: “En esa habitación no se aguantaban los olores [olor a materia fecal de otro paciente] y mi hermana no podía respirar bien. Además, ella tiene una anemia aguda y cualquier porquería que anda volando la puede agarrar. Mi hermana le dijo al médico que si no la cambiaban de habitación se iba y el médico le dijo que bueno, que él no le daba el alta pero que si se quería ir que se fuera. Entonces le preguntamos qué medicación le estaba administrando y él me dijo que no le podía decir. Mi hermana agarró sus cosas, se vistió y se vino a la casa; hablamos con otro médico, averiguamos qué medicación le estaban administrando y hoy mi hermana está en su casa internada”.
“Tengo nombre y apellido de las dos enfermeras y el nombre del médico. No los voy a dar al aire aunque debería para que les dé un poco de vergüenza. El maltrato que tienen hacia la gente, no les importa si la gente está mal, si está dolorida, si se está muriendo, te tratan como quieren, se piensan que vos sos un perro. Me parece a mí que trabajan mal, trabajan con mala gana, algunos trabajan por la plata nomás; yo entiendo que cobran dos mangos, pero si no te gusta atender a la gente, buscá otro trabajo. Uno no va al hospital porque tiene ganas de ir a pasear o tomarse unos días de vacaciones. Destaco que hay gente que vale la pena ahí adentro, que te atiende como corresponde, tanto médicos como enfermeras y hasta mucamas diría yo; hay buenas y malas personas. No sé por qué todos no trabajan como corresponde”.
Un reclamo que no debe pasar desapercibido por las autoridades del hospital y que debería ayudar a mejorar la atención y el trato, porque la medicina no es solo cuestión de fármacos y estudios médicos.