
PABLO WOZNIAK: “EN NINGÚN LADO SE VA A HABILITAR ALGO QUE NO SE PUEDE HABILITAR”
Puerto logístico de contenedores en Ramallo.
Hace unos días, el intendente de Ramallo, Mauro Poletti, anunció en un medio de comunicación local, la llegada de una nueva inversión a nuestro partido relacionada con servicios portuarios, que abriría la puerta a muchos puestos de trabajo. La comunicación de ese proyecto aún no se realizó por los canales oficiales pero el debate ya está instalado. Distintos sectores cuestionan este proyecto por considerar el impacto ambiental que implicaría y además, se preguntan sobre el destino de la gente que vive (de manera ilegal) en las tierras en donde se radicaría la inversión: Costa Pobre.
Con Pablo Wozniak, secretario de Desarrollo Económico, dialogamos en Ramallo City sobre este tema.
“Lo primero que yo puedo informarte y hablarte más que nada es de la responsabilidad con la que lo está manejando el intendente municipal. Mauro ha dicho en algún medio de comunicación, que en 90 días más o menos, a fines de agosto, iban a tener un anuncio oficial”, señaló el secretario y agregó: “La magnitud de la inversión es muy importante y es sumamente importante para el sector metalmecánico, un sector que está a la baja desde hace dos años, con lo cual tiene grandes problemas de competitividad y hacer una construcción de un puerto logístico de contenedores es, para el sector, un desafío. También es un desafío para el sector naviero para abaratar la logística; es una posibilidad para todos los que son productores y los que exportan de no tener que caer en el puerto de Buenos Aires. La situación es, por ejemplo, que el sector yervatero tiene una caída de casi el 21% de un año a otro, son los peores 18 meses del sector del turismo, en 12 meses cerraron 16.000 comercios en la provincia de Buenos Aires, en los últimos dos años, el sector de los empleados domésticos tuvo una desvalorización de sus ingresos del 25%, las PYMES advierten que están un 33% abajo con respecto al tema de la libre importación. Yo no entiendo esto de generar una psicosis sobre el tema”.
Esa psicosis tiene que ver con el gran revuelo que se armó, sobre todo en redes sociales, en donde se escucharon muchas voces disidentes: “Hay que esperar hasta fines de agosto para que todos tengamos los detalles de cómo va a ser esto. Tanto Mauro como la empresa privada están trabajando sobre esto; están por demás de interesados porque le daría a la región un salto cualitativo. Cuando se presente el proyecto vamos a informar bien en dónde es pero en ningún lado se va a habilitar algo que no se puede habilitar, por eso es que hay un código de ordenamiento urbano territorial. Estamos hablando de que es una empresa que está instalada, que es preexistente y tiene todas las habilitaciones de una zona industrial. ¿Por qué no dejamos que se presente el proyecto oficialmente y que todos podamos ayudar a obtener un Ramallo con más posibilidades?”, remarcó Wozniak haciendo alusión a la cataratas de versiones y especulaciones que se vienen dando alrededor de este tema.
“Intereses hay de todo tipo. Después, si el interés es desinformar, alterar la tranquilidad de la persona que vive ahí (en Costa Pobre) y el interés es político, o económico y bueno…lo sabrá cada uno de los que están declarando. Entiendo que con las elecciones, a algunos sectores o actores, los incomoda, pero tener esta posibilidad creo que nos haría bien a todos los ramallenses. Lo mejor que nos puede pasar es dejar que se presente el proyecto. Que siga los canales administrativos que corresponden”, remarcó el funcionario.
Wozniak también se expresó sobre la otra arista negativa que una parte de la comunidad de Ramallo le está viendo a este nuevo proyecto: la situación de los habitantes de Costa Pobre: “Vos estás viviendo ahí, en un terreno que no es tuyo, que tiene un dueño y viene otro y lo quiere comprar. Eso es un problema de partes, o sea, ¿qué tiene que ver el Estado en todo eso? La tierra no pertenece a los que viven o a los que la habitan los fines de semana, que son de Ramallo y de otros lugares también. Es una problemática del sector privado. Lo que tiene que hacer el Estado es hacer cumplir las normas que son vigente”.