
“MANTENERNOS VIVOS DESPUÉS DE 30 AÑOS ES UNA CARICIA AL ALMA”
Fernando Castro, baterista.
“En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel…” ¡Seguro sabés cómo sigue! Y el que también se la sabe a la perfección es Fernando Castro, vecino de Ramallo y baterista de La Mosca, quien ayer recibió el premio Carlos Gardel, junto a toda la banda, en la categoría Mejor Álbum Grupo Pop, por su trabajo Muchachos.
Dialogamos con él en Ramallo City y nos contó cuáles son sus sensaciones luego de este premio que fue, para él, una hermosa sorpresa.
“Estoy muy contento, muy feliz; la verdad que cuando las cosas te sorprenden así es una caricia al alma”, señaló Fernando y explicó que su sorpresa tiene que ver con que ya habían sido ganadores en ediciones anteriores: “Nosotros habíamos ganado anteriormente un Gardel con la canción Muchachos el año pasado, entonces cuando vos estás nominado y volvés a competir es como que uno dice, "No, otra vez no". Varios de nosotros creíamos que no y la verdad que te sorprenden así, CAPIF y esto también depende de la gente que, gracias a Dios, sigue manteniendo esa postura con nosotros de estar juntos, de apoyarnos. Porque esto es una votación y la gente te siga mimando, con lo que ha cambiado la música hoy por hoy, y mantenernos vivos después de 30 años es una caricia al alma”, confesó, con emoción.
Seguir estando en la cima después de aquel “Corazones Antárticos”, primer álbum de la banda que data del año 1998, lleva mucho trabajo y perseverancia: “Siempre nos costó mucho por ser del interior. Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires y siempre fue así y yo creo que va a morir así. Hoy por hoy es mucho más rápido todo, más fácil, porque vos subís un video en Instagram o en cualquier red social y un productor te ve y ya se viraliza y ya todo el mundo sabe de vos inclusive en el exterior y nosotros, cuando nacimos con La Mosca no teníamos todas esas herramientas a favor. Pero nunca bajamos los brazos e íbamos puerta a puerta en Buenos Aires con el cassette en esa época. Y mantenernos, porque a veces, llegar es fácil, pero mantenerse es más difícil”, señaló Castro.
Más acá en el tiempo y lejos del cassette pero en un contexto inimaginable, La Mosca trabajaba en lo que sería un nuevo éxito: “Este disco lo hicimos con mucho sacrificio porque lo fuimos gestando en plena pandemia, grabando cada uno en sus hogares, en sus pequeños estudios. Acá le pedíamos la quinta a Pablito Molinari porque en esa época nos teníamos que juntar el aire libre; los productores del disco vinieron a Ramallo y nos juntábamos en la quinta, todos cuidándonos. Pero las cosas técnicas no estaban dadas, era una casa, una quinta, así que lo adaptábamos a un estudio al aire libre y así maqueteábamos y después lo volcaban en sus estudios particulares y así fue creciendo este disco. Además del condimento de todos los invitados, tanto nacionales como internacionales, que nos dieron el OK para hacer versiones distintas. Por ejemplo, “Todos tenemos un amor” con Gilberto Santa Rosa, “Chachachá” con Los Palmeras, “El demonio está en esa mujer” con los chicos de No te va gustar. Vilma Palma, Los Pericos, Panteón Rococo de México, Agarrate Catalina de Uruguay, muchísimos invitados y, honestamente, quedó un discazo”, afirmó Castro y agregó: “Después de gestar este disco en plena pandemia, de hacer una reunión en casa y decir, "¿Con qué salíamos, qué hacíamos, cómo íbamos a hacer? ¿Qué canción iba a ser corte?, pasó lo de Muchachos, que fue un antes y un después de todo lo que habíamos planeado. Fue una explosión mundial, una canción que nos catapultó otra vez a un éxito como el de “Para no verte más” en el 2000 y más aún porque con las redes sociales se viralizó en dos segundos y ya estaba en estadios con el mundial y lo acogió la selección y Messi dijo que era la canción que más le gustaba y no sé qué y eso es explosivo. Y el ser explosivo a nivel de redes y viralizarse es una cosa que no lo tenés más, ya no depende de vos. Es una canción que realmente nos dio muchas satisfacciones y nos cambió el plan de todo, inclusive a la compañía, porque no la íbamos a grabar porque la letra no es nuestra”.
El éxito llega pero también hay que buscarlo, trabajarlo, y no bajar los brazos: “Vivir de lo que a uno le gusta y ama no a cualquiera le sucede; es merecido también por todo el sacrificio que hacemos, todo el sacrificio que hago, que hice y que voy a seguir haciendo porque la música es continua, es un día a día, no es que uno gana un Gardel y afloja y baja los brazos. Ahora nos vamos a Costa Rica este fin de semana y fuimos invitados por Los Fabulosos Cadillacs a compartir el escenario con ellos y son cosas que te da este rubro, esta vida y lo disfrutamos con mucho amor y sobre todo siempre representando a nuestra ciudad. Todo el mundo nos dice, “Che, ¿todavía viven en Ramallo? Sí, boludo, le digo, todos nos quedamos viviendo en Ramallo”, cuenta, orgulloso Fernando Castro.
El músico, además de brindarnos sus sensaciones, nos regaló una reflexión para los más jóvenes pero que todos podemos (y debemos) poner en práctica: “La música es como tantas cosas más; saca a chicos de la calle, de la locura, de todo lo que se está viviendo hoy con los adolescentes que es una tristeza. Les diría que tengan perseverancia, que nada es fácil, que vayan en camino a los sueños, que van a encontrar un montón de obstáculos en el medio, pero no hay que dejarse vencer. Para nosotros no fue todo fácil. Yo me acuerdo cuando tenía un solo par de palillos, cuando se me rompía el parche y mis viejos no tenían plata para comprármelo y tantas cosas más, es persevera y triunfarás. La felicidad son instantes no es que toda la vida uno es feliz. Hay que estudiar el instrumento o lo que te guste hacer, tanto en el fútbol o en lo que sea, a lo que se dediquen, hay que meterle, hay que hacer sacrificios, porque nada es fácil; los deportistas se tienen que cuidar, los músicos tienen que estudiar porque tienen que estar preparados”.
Para cerrar, Fernando hizo una especial y sentida dedicatoria de este premio: “Yo se lo dedico a mis viejos porque con el apoyo de ellos llegué a donde llegué y ya está, hay que dedicárselo y seguir la vida con el apoyo de ellos desde donde estén. Y tratar de ser feliz todos los días, levantarse y mirar que te despertaste…con eso ya está”.