
ESCUELA DE EQUINOTERAPIA RAMALLO: UN NUEVO PROYECTO EN MARCHA DE LA MANO DE FAUSTO MARINI
Fausto Marini en el estudio de Ramallo City.
Algo nuevo está llegando a nuestra ciudad. La Escuela de equinoterapia Ramallo es un proyecto que se está gestando y el responsable es Fausto Marini. Con él dialogamos en los estudios de Ramallo City sobre esta iniciativa que ya está tomando forma.
“Es un proyecto que hace muchos años teníamos ganas de hacerlo y este año se dio. En un almuerzo familiar le saqué el tema a Agustín Rossi, mi primo hermano, y me dijo que si algún día necesitaba el apoyo, a él le encantaría porque le apasionan los caballos. Él es el tutor y yo soy kinesiólogo y estoy haciendo la capacitación de lo que es la equinoterapia. Arrancamos con la compra de un caballo. Ya teníamos uno así que contamos con dos”, indicó Fausto.
“La equinoterapia está reconocida como una terapia de salud y tiene un montón de beneficios. En mi caso me ocuparía de la parte motora del paciente, con la parte de la marcha; el andar del caballo tiene un movimiento similar al de la cadera de las personas, entonces como que estimula y le manda la información a la médula espinal y al cerebro. Entonces a veces, para los nenes que tienen problemas de marcha para caminar, es fundamental la equinoterapia para poder desarrollar mejor su marcha. Después, que no tiene tanto que ver conmigo, pero también tiene que ver con la rehabilitación en la parte social, se trabaja mucho en lo que es el autismo. A muchos nenes autistas los ayuda a desarrollar un poco más la parte social, a soltarse, a liberarse. Por eso tenés que tener el tutor adelante del caballo, a la derecha el kinesiólogo y a la izquierda un psicólogo, que es quien trata con el nene con autismo. Para los nenes que tienen problemas de habla se trabajaría con el tutor adelante del caballo, con el kinesiólogo a la izquierda y con un fonoaudiólogo a la derecha. Cada patología tiene un profesional distinto, por eso vamos a necesitar un equipo de trabajo. Y cada patología tiene una monta distinta, una enseñanza distinta, una actividad distinta arriba del caballo”, profundizó Fausto.
Hoy por hoy Fausto tiene un predio en vista para comenzar con la actividad en aproximadamente dos meses, previa adaptación del lugar: “Tenemos casi asegurado un lugar. Cuando sea 100% asegurado vamos a arrancar con lo que es la limpieza y la adaptación. Necesitamos tener un baño adaptado para personas con discapacidad, necesitamos un seguro de responsabilidad civil y que el lugar cumpla con todas las condiciones”, remarcó Marini.
Hace unos días Fausto anunció a través de su cuenta de Facebook el nacimiento de este proyecto y su celular explotó. Mucha gente quiere sumarse, colaborar (hasta le regalaron un caballo) y consultar por los turnos. Si bien hay mucho trabajo por hacer, la Escuela de equinoterapia Ramallo es una realidad pero, claro está que se necesita de profesionales: “Un caballo con un paciente requiere de tres personas: un tutor que es el que va a ir llevando al caballo, una persona a la derecha del caballo para que el paciente no se vaya a caer y una persona a la izquierda. Necesitamos mucha gente. Gracias a Dios, después de haber subido la publicación se ofreció mucha gente a darnos una mano. Hoy tenemos dos caballos, entonces se requieren seis personas. Por paciente es más o menos media hora de trabajo. Si en un día tenemos 10 pacientes, son 5 horas para que el mismo caballo no trabaje 5 horas seguidas; vamos haciendo un paciente con un caballo y otro paciente con otro caballo para que vaya descansando. Obviamente que lo principal es el paciente, pero también el cuidado del animal es fundamental”.